Iraida Villasmil: Banco de datos de la diáspora Zuliana
La plausible idea promovida por el ciudadano Gobernador del estado Zulia, Manuel Rosales, de crear un Banco de Datos de Zulianos por el mundo, a causa de la diáspora que ha originado la situación económica y social del país, no sólo debe recibir el apoyo y aplauso de todo el pueblo, sino que debe ser respaldada e impulsada por el resto de una colectividad más allá del estamento político, de ciudadanos, familiares y hasta amigos que permitan registrar con acierto numérico, lo que conocido por todos pero que hasta ahorita no se ha podido cuantificar numéricamente.
La data de esta tremenda iniciativa del Gobernador Rosales , incluirá perfiles personales, comunidad de origen, sitios del mundo donde han residido o se encuentran, oficios que desempeñan, profesiones, estatus migratorio, medios de transporte utilizados al momento de partir , fechas de su salida, condecoraciones o premios que hubieran recibido acá en su tierra, emprendimientos iniciados, entre otros.
Se trata de una formidable iniciativa de un hombre de estado, como es Manuel Rosales, esbozada en su memorable intervención del hermoso acto organizado para celebrar el Día de la Zulianidad, llevado a efecto recientemente, y que debemos acompañarla todos los sectores democráticos de Venezuela.
Se trata, amigos lectores, de casi siete millones de venezolanos que se han visto forzados a abandonar su patria grande por la situación política, social y económica que atraviesa Venezuela desde hace unos cuantos años y que solo podrá superarse con un cambio paradigmático de todos unidos por sacar no solo el Zulia adelante sino tiene pensando en la realidad de Cambios que piden todos los sectores y generaciones del país.
Si tomamos en cuenta que existen naciones de los distintos continentes que no se acercan al lamentable número de venezolanos en la diáspora, estamos hablando de un país de connacionales repartidos por las distintas latitudes del planeta.
Son millones de connacionales, algunos con suerte, que sufren las penalidades propias de los emigrantes, sobre todo cuando llegan a países en muchos de los cuales reciben un trato despectivo.
Es lamentable esta situación, y no se compadece con el tratamiento que en nuestro país han recibido quienes, en el pasado también se vieron obligados a dejar su patria como fue el caso de centenares de miles de europeos acosados por la devastación de las guerras, y aquí fueron recibidos con los brazos abiertos, se asentaron, echaron raíces y contribuyeron al progreso de este país.
La diáspora, según algunos analistas, en su mayor parte, está constituida por jóvenes entre los 18 y 30 años, en su mayoría profesionales o con carreras no culminadas porque la grave situación del país les hizo sentir que no tienen futuro e iniciaron su camino a otras latitudes.
Se cuentan por miles las familias cuyos padres han pasado por el dolor de ver partir a todos sus hijos en búsqueda del bienestar que les niega el suelo donde nacieron, con la fija idea de poder ayudar desde donde se asienten a sus progenitores y otros familiares. De todo esto se desprende la importancia del censo de la diáspora que ha propuesto nuestro Gobernador Manuel Rosales.
Los datos ofrecidos por la Federación Médica Venezolana, hablan de cerca de 30 mil profesionales de la Medicina, en su mayoría especialistas, que han abandonado el país. Por no hablar del resto de profesionales que en muchos lugares del mundo ejercen otra cosa distinta a su profesión. Es así como hay arquitectos, odontólogos, ingenieros, profesores y demás ejerciendo hasta de chóferes de Taxis.
No porque no sea digno ser chófer o cualquier otra profesión, sino que la falta que hacen aquí, no justifica hasta donde se tiene que sacrificar el que abandona todo por la escasa posibilidad de desarrollo y bienestar que ya da la vida profesional en las actuales circunstancias económicas del país.
Iraida Villasmil/ Legisladora Presidenta del Clez.
