La paciencia estratégica: El sabio arte de esperar.
El Diario Tricolor.- Desde mi Curul a menudo observo que en la política, con «P» mayúscula , como la guerra, no es un «sprint» sino un maratón de resistencia.
La vida nos ofrece una lección magistral sobre el «tempo» del conflicto, resumida en la idea de «esperar a que el enemigo se canse».
Contrario a lo que podría parecer, esta estrategia no es una espera pasiva o perezosa. Es, en realidad, una maniobra activa y calculada. No hay que sentarse a esperar que el enemigo se agote por sí solo, sino crear condiciones para inducir ese agotamiento.
La victoria suprema es «someter al enemigo sin luchar».
Esperar su fatiga es un componente clave de esta Estrategia. Es un elemento de «vacío y plenitud»… te lo explico en dos párrafos sencillos : «Aquel que ocupa primero el campo de batalla y espera al enemigo, está descansado«.
«El que llega tarde al campo de batalla y se precipita al combate, llega exhausto«.
El estratega hábil no corre hacia el enemigo; hace que el enemigo venga a él, se desespere gastando sus recursos en discursos, pidiendo ayuda y logrando que haga desplazamientos innecesarios.
Este «cansancio» inducido no es solo físico. Es, sobre todo, logístico, económico y psicológico. Yo aconsejaría usar el engaño: crear señuelos para que el adversario movilice sus fuerzas en vano, fingir debilidad para que este ataque con arrogancia, y hostigarlo para que no descanse. Mientras el oponente gasta energía, cohesión y moral respondiendo a crisis (reales o fabricadas), el líder sabio conserva su fuerza, «esperando el desorden con orden«.
En la arena moderna de hoy, esta táctica es visible. Se prolongan negociaciones y movilizaciones de distracción para quebrar la voluntad del contrario. Se lanzan debates, declaraciones y discursos permanentes para agotar la agenda mediática del rival.
El objetivo es que el adversario, frustrado, fatigado y sin recursos, cometa el error fatal.
Desde Mi Curul la lección es muy clara: La victoria no siempre la obtiene el más fuerte, sino el más disciplinado, el más constante. Bien lo decía nuestro Libertador Simón Bolívar :»Dios concede el triunfo a la constancia«. A aquel que sabe cuando actuar, pero, crucialmente, cuando esperar a que la arrogancia, la prisa y el agotamiento del rival hagan el trabajo por él.
La paciencia estratégica es aplicable en todos los campos, no es la INACCION, sino la Disciplina de una preparación silenciosa.
En la certeza de que el momento de actuar llegará con la sabiduría para «Afilar la Sierra». Solo aquellos que sepan esperar con propósito, estarán verdaderamente listos cuando Dios les manifieste la oportunidad para el Éxito.
Lee, estudia y escribe que algo queda.
El Articulista: Profe. Dr. Mario Douglas Serrano Meoz.
Si te gusto este «Guacho» multiplícalo, uno nunca sabe si alguien lo está necesitando.
Dios te bendiga 🙏


