Escándalo en el Ejército de Colombia salpica a la GNB por supuesta venta de armas al narcotráfico
A medida que avanzaba la investigación, se descubrió que los Pachenca, una organización criminal del narco, también estaban en contacto con el narcotráfico venezolano, comprando fusiles a la Guardia Bolivariana en medio de un proceso de modernización de su arsenal. Esto se traduce en un suministro adicional para las agrupaciones criminales en Colombia, que ya cuentan con un arsenal que incluye fusiles R-15, AK-47, y fusiles Barrett.
El Diario Tricolor.- La revista SEMANA ha destapado un escándalo significativo dentro del Ejército colombiano, donde se investiga una red de tráfico de armas vinculada a los Pachenca, una temida estructura criminal que opera en la Sierra Nevada, así como a vínculos con el ELN (Ejército de Liberación Nacional). La investigación se centra en identificar y denunciar a militares que colaboran con grupos criminales para el tráfico de armamento.
El protagonista central de la investigación es un soldado del batallón de ingenieros de Valledupar, identificado como Rendón, quien, con más de 15 años de experiencia, ha sido capturado por tráfico de armas. Según fuentes judiciales, el soldado estaba en contacto con grupos como el ELN y las disidencias de las Farc, ofreciendo munición militar al mejor postor.
Las pesquisas apuntan a que el soldado no solo proporcionaba munición sino que además mantenía un vínculo con el ELN para intercambiar municiones por cocaína. Aparentemente, Rendón contactó a alias el Veterano, un enlace que facilitaba la comunicación con Pinocho, el líder de los Pachenca, para coordinar la compra y entrega de armamento.
El soldado utilizaba su acceso a los batallones de reentrenamiento para sustraer armamento, incluyendo granadas de fragmentación y cintas para ametralladoras calibre 7.62. La investigación ha revelado que otros militares podrían estar involucrados en esta red de tráfico, ya que se están identificando cómplices que ayudaban a desviar el armamento.
“Se puede hablar de varios funcionarios (militares) implicados en esta actividad criminal”, indican los informes de la investigación. El precio de venta para los cartuchos calibre 5.56 era de 10.000 pesos y las transacciones se realizaban a través de métodos propios de mafias, incluyendo pruebas de fe de vida.
A medida que avanzaba la investigación, se descubrió que los Pachenca también estaban en contacto con el narcotráfico venezolano, comprando fusiles a la Guardia Bolivariana en medio de un proceso de modernización de su arsenal. Esto se traduce en un suministro adicional para las agrupaciones criminales en Colombia, que ya cuentan con un arsenal que incluye fusiles R-15, AK-47, y fusiles Barrett.
Uno de los aspectos más alarmantes es la operativa entre el Ejército y los grupos armados ilegales, ejemplificada por un intercambio de diez fusiles Barrett por media tonelada de cocaína, lo que resalta el nivel de complicidad y corrupción que persiste. La captura reciente de el Veterano pone en evidencia la red de corrupción que se extiende desde el tráfico de armas hasta el narcotráfico, incluyendo actividades ilegales de un militar que recaudaría hasta 2.000 millones de pesos a través de estas operaciones.
Finalmente, la investigación ha llevado a la captura de 23 personas que formaban parte de la red conocida como los Ware, lo que sugiere que las autoridades están comenzando a desarticular una compleja estructura de criminalidad organizada. Se están rastreando los flujos de dinero asociados al tráfico de armas, lo que podría dar lugar a más arrestos y desmantelamientos en el futuro.
Fuente: Versión Final/