Total xenofobia en la quinta Vergara
El venezolano fue objeto de abucheos, peleó con quienes lo pitaban y llegó a retirarse dos veces del escenario. Regresó al anfiteatro, pero los mismos que lo silbaban pedían a gritos que se marchara. El venezolano decidió abandonar el recinto al no soportar esa adversa manifestación en su contra, que interrumpió su espectáculo tres veces
El Diario Tricolor.- George Harris se presentó esta noche en el Anfiteatro de la Quinta Vergara, en el 64° Festival Internacional de la Canción de Viña del Mar, en medio de una lucha contra el Monstruo, que se manifestó con un grupo de personas que se dio a la tarea de pitarlo sin cesar, aunque en el recinto había mucho público, entre quienes se destacaron venezolanos, que aplaudieron su presentación.
La escenificación del venezolano transitó con su relato sobre el uso del celular, comparándolo con aquellos teléfonos de disco, y narró su experiencia cuando era niño. Dijo que llegó a tener largas conversaciones telefónicas, por las que hasta su mamá comenzó a pelear y hasta un candado le puso al disco para evitar esas largas llamadas.
En medio del pitido de una parte del público, Harris perdió la dulzura de su carácter. «Para pelear se necesitan dos, yo solo quiero amarlos», expresó con cierta molestia.
Iba a abandonar el escenario, cuando los animadores, Karen Doggenweiler y Rafael Araneda, lo invitaron a reconsiderar su actitud.
George brindó una segunda oportunidad, esa vez relatando las experiencias de los venezolanos a la hora de un temblor.
Manifestó que mientras los chilenos ya están preparados para prevenirse ante un sismo, los venezolanos se conforman con colocarse bajo el marco de una puerta.
Un nuevo pitido estuvo a punto de echar al traste con la presentación de George Harris, quien volvió a abandonar el escenario.
Ojalá no tengas la misma carrera que yo», dijo el presentador a una persona que no cansó de silbarlo.
De nuevo, la labor persuasiva de los animadores impidió que el showman criollo se fuera del anfiteatro.
Su tercera oportunidad transcurrió hablando de las labores de limpieza de su familia, acompañadas de música.
En esta etapa de la presentación, Harris ordenó colocar canciones como Dueño de nada, de José Luis Rodríguez, Olvídame y pega la vuelta, de Pimpinela, ¿Y cómo es él?, de José Luis Perales, y La conga, de Ricardo Montaner, con las que, afirmaba, las amas de casa acompañaban la limpieza los fines de semana.
Finalmente, el Monstruo ganó la batalla. George Harris decidió en definitiva dejar el antiteatro y se dirigió a su camerino, luego de que una parte de los asistentes al espectáculo optó por pedir, abucheos mediante, que se retirara.
Fuente: Versión Final/