Editorial y Opinión

Desde mi Curul: «El Eco de la curul vacía: una Venezuela sin partidas»

El Diario Tricolor.- Si las circunstancias hubieran sido otras, mi asiento en esta Curul no sería un lugar de exilio donde me encuentro, sino de servicio continuo a mi amada Venezuela.
Hoy, desde la distancia, me asalta la pregunta: ¿ Qué hubiese pasado si no hubiésemos tenido que irnos?
La respuesta yace en una dolorosa antítesis. Nuestra nación no estaría desangrándose por la movilidad humana más grande de su historia reciente.

Millones de profesionales, educadores y trabajadores, no se hubieran visto forzados al abandono de nuestro querido país Venezuela, desmantelando el tejido social y económico. Pienso en la riqueza intelectual y la mano de obra que hoy construye futuro en otras latitudes, un potencial perdido para la reconstrucción Nacional.

La Diáspora es un reflejo brutal de la falla sistémica.
La pobreza creciente, la inseguridad desenfrenada y la falta de oportunidades no serían los motores que impulsan a familias a cruzar selvas y desiertos. En lugar de eso, la energía cívica se enfocaría en debatir políticas públicas, en la innovación, en la consolidación de una sociedad plural y próspera.
La figura del «migrante venezolano» como sinónimo de necesidad no existiría, o sería una excepción, no la regla.

Las recientes deportaciones de Estados Unidos a quienes buscan refugio y una vida digna, son un duro golpe que subraya la vulnerabilidad de nuestra gente.
Es la dolorosa situación de una crisis que nos desarraigó: el rechazo final en la búsqueda de la esperanza que se nos negó en casa. La verdadera catástrofe no fue la partida, sino la causa que la genera.
Un país se pierde no solo cuando se abandona su tierra, sino cuando se permite que las condiciones de vida obliguen a sus hijos a renunciar a su futuro en ella.

Mi curul vacía🪑 es un recordatorio permanente de que la mayor responsabilidad de un Estado es ser un hogar seguro y justo, no un trampolín de huida.
La movilidad humana venezolana quedará como una deuda histórica con su Diaspora. Y que algún día, más tarde que temprano; tendrán que reconocerlo.
Que no solo busco supervivencia sino que llevo a todo el mundo entero, un gran capital humano joven, la mayoría, cientifico, cultural y laboral; convirtiendose en un motor de desarrollo y diversificación para las comunidades y economías de los países de acogida.

Gracias, Gracias, Gracias.
Lee, estudia y escribe que algo queda.No critiques, construye siempre.

Articulista: Profe. Dr. Mario Douglas Serrano Meoz.