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¡LA AMBICIÓN, LA EMBRIAGUEZ Y LA FALTA DE AMOR PROPIO! Mataron a esta hermosa mujer que accede a un desafío mortal

El Diario Tricolor.- Los desafíos mortales y las mentes débiles. Cuando hay suficiente amor propio, raciocinio y responsabilidad estas cosas no suceden, pero la noche desbordó a esta chica de 23 años, que además era madre y deja en la orfandad a su nenita de solo 10 meses de nacida por la ambición desmedida, desproporcionada y patética de querer coger ‘mango bajito’ como se dice en Venezuela, un premio gordo, jugoso, tentador la animó a acceder a un desafío con el alcohol que terminó con su vida. Esta es la historia.

Tenía 23 años y era madre de un bebé de 10 meses. María José Ardila celebraba su cumpleaños el pasado fin de semana junto con unas amigas en el oeste de Cali, cuando, accedió al desafío que le quitó la vida y que conmocionó a la colectividad en esa ciudad del vecino país.

De acuerdo con relatos de sus familiares, el 25 de octubre, María José había salido a comer y luego se dirigió a una discoteca bar, donde participó en un concurso de seis retos de consumo de licor. El primero consistía en tomar un trago llamado “Cucaracho doble” en cinco segundos; el último, beber ocho shots diferentes con pitillo. El premio era de un millón y medio de pesos, aunque —según la familia— fue aumentado a dos millones. ¿Tenía esta chica necesidad imperiosa de ese dinero? Más que el premio, fue el desenfreno y el desafiarse a si mismo en medio de una borrachera de una noche de fiesta.

El trago mortal

Durante el sexto reto, María José alcanzó a tomar tres de los ocho shots antes de desplomarse. “Ese último trago me supo horrible”, alcanzó a decir, según testigos, antes de caer inconsciente. Sus amigas intentaron auxiliarla, pero ningún taxi se detuvo para llevarla. La joven comenzó a convulsionar, vomitó y sufrió una broncoaspiración que le colapsó un pulmón. Pasaron 17 minutos sin que pudiera respirar.

Su padre, Andrés Ardila, contó que en el hospital los médicos lograron reanimarla tres veces, pero finalmente quedó en estado de muerte cerebral. “Vi morir a mi hija tres veces”, dijo con dolor. El 30 de octubre, a las 4:00 p. m., la familia tomó la difícil decisión de desconectarla. “Mi hija cayó desmayada, se vomitó, broncoaspiró su propio vómito y ya no respiraba”, relató el padre.

Se pierde un talento

María José era estudiante de ingeniería agroindustrial en la Universidad de San Buenaventura. Trabajaba junto a su padre, dueño de una empresa de condimentos, y soñaba con reunirse con su esposo, quien vive en Estados Unidos, para criar juntos a su pequeño hijo.

La familia convocó a una velatón este sábado 1.º de noviembre, a las 3:00 de la tarde, en el parque de las Banderas, en el sur de Cali, para rendirle homenaje.

La Secretaría de Salud de Cali informó que adelanta inspecciones a bares y establecimientos de expendio de licor, luego de confirmarse que la joven sufrió intoxicación por alcohol etílico: “El objetivo es garantizar la seguridad en la venta, comercialización y consumo de bebidas alcohólicas en la ciudad”.

Lamento

La discoteca donde ocurrieron los hechos, Sagsa Bar, emitió un comunicado:

“Lamentamos con profunda tristeza los hechos ocurridos el sábado 25 de octubre. Expresamos nuestra solidaridad y acompañamiento a la familia, y reafirmamos nuestra disposición a brindar todo el apoyo y colaboración necesarios”.

La moraleja de este triste desenlace queda a discreción de cada quien. Cada persona, independientemente de lo que le ofrezcan hacer, es responsable de lo que hace y de las cosas a las cuales accede. No puede nunca una noche de diversión rebasar la sindéresis, el sentido común, la responsabilidad y la firmeza de saber decir no, pero, hay personas que no alcanzan a madurar en estas cosas ni aún siendo madres. Toca también a las autoridades fiscalizar que este tipo de excesos no sean promovidos en los espacios de disfrute.

Ahora unos niños quedarán sin su madre; una familia quedará profundamente herida en el dolor de la ausencia por una tragedia que la propia víctima mortal bien pudo evitar. ¿Dejará una lección? posiblemente no, estas tragedias han sucedido, siguen y seguirán sucediendo.

Fuente: NAM/Con información de El Tiempo de Bogotá