Muere Ozzy Osbourne a los 76 años
El legendario cantante de rock ha fallecido apenas unas semanas después de reunirse con Black Sabbath para dar un concierto de despedida.
El Diario Tricolor.- John Michael ‘Ozzy’ Osbourne, histórico cantante de heavy metal y rostro de Black Sabbath, ha cerrado los ojos para siempre a los 76 años. Su deceso, que se produce apenas unas semanas más tarde de reunirse con sus compañeros de banda, ha sido adelantado por varios medios británicos y supone, en términos musicales, el fin de una etapa en el rock.
Ha sido un comunicado emitido por su familia el detonante de la información. “Con una tristeza indescriptible, tenemos que informar que nuestro querido Ozzy Osbourne falleció esta mañana. Estaba con su familia y rodeado de mucho cariño”, reza el texto con el que sus allegados han hecho pública la triste noticia.
Los últimos años de Ozzy fueron intensos. Como toda su carrera. Como su estilo de vida. El cantante tenía Parkinson y había sufrido numerosos problemas de salud durante los últimos calendarios; fue especialmente mediática la caída que sufrió en 2019, cuyas lesiones complicaron su movilidad. No obstante, jamás amagó con alejarse de la música.
“No tienen idea de cómo me siento. Gracias desde el fondo de mi corazón”, decía el artista al interminable gentío que coreaba su nombre frente a la histórica banda, en el escenario de Villa Park (Birmingham, Inglaterra) durante el mentado show de despedida. Luego subieron Metallica y Guns’n’Roses. Fue su “última reverencia”. Y la vivió al máximo.
La leyenda de Ozzy
El príncipe de las tinieblas, el padrino del heavy metal. Osbourne fue pionero del género y referente generacional con Black Sabbath antes de que su leyenda le hiciera gigante en su carrera en solitario. Su nombre resuena en el Salón de la Fama de la Música del Reino Unido y en el Salón de la Fama del Rock and Roll de los Estados Unidos; resuena por partida doble: fue incluido con su banda y de forma individual.
La ciudad que acogió su último concierto fue la que le vio nacer. En Birmingham tuvo una infancia difícil: creció en el seno de una familia de clase obrera, sufrió penurias económicas y abusos sexuales por parte de dos niños. Todo, bajo el telón gris y la mirada industrial de la urbe británica. Aquello formó su peculiar carácter, que comenzó a brotar de manera musical cuando en 1968 fundó Black Sabbath: su cruda manera de desangrarse en el pentagrama.
Durante la década de los setenta se convirtió en la voz del metal. La culpa fue de himnos que se convirtieron en clásicos instantáneos: Paranoid, Iron Many War Pigs, entre otros, son precedentes inmediatos de un género que estaba en ebullición. A punto de explotar. Y explotó. Se ajustó la corona con canciones comoCrazy TrainoMr. Crowley, que impulsaron su carrera en solitario a un legendario elenco que comparte con pocos nombres en la historia del rock.
Era rebelde. No tenía límites. Su locura le granjeó el apodo de ‘The Madman’; y la leyenda urbana se encargó de crear ese manto que traspasa lo real y que inmortaliza a las personas. Episodios como el que aconteció la noche en la que arrancó de cuajo la cabeza a un murciélago sobre el escenario hablan de la eternidad de la sombras. Su vida, que más allá de las luces musicales halló interminables oscuridades en el terreno personal, fue un constante exceso. Fue Ozzy Osbourne. Hasta el final.
Fuente: as/