Macabro hallazgo en Ecuador: Restos de venezolana y su hija fueron encontrados carbonizados y enterrados tras ocho meses desaparecidas
El Diario Tricolor.- Un macabro hallazgo tuvo lugar en Quito, Ecuador, después de que el pasado 25 de junio las autoridades encontraran enterrados los restos de una madre venezolana y su hija, quienes tenían ocho meses desaparecidas.
A las víctimas las hallaron, en concreto, en San Miguel de los Bancos, cantón del noroccidente de Pichincha. La progenitora respondía al nombre de María y tenía 25 años, mientras la niña tenía solo 10 años. Ambas llegaron a ese país en búsqueda de una mejor calidad de vida.
Trascendió que la venezolana y su hija se establecieron en San Miguel de los Bancos. Tenían dos años viviendo allí, hasta que desaparecieron el 17 de octubre del año pasado. El hallazgo de los restos se dio en un terreno cubierto de vegetación, cerca de un estero.
De igual forma, se conoció que ambos cuerpos estaban enterrados, carbonizados y embalados. Tras eso, las autoridades llevaron los restos de la venezolana y la pequeña a la morgue de Santo Domingo de los Tsáchilas.
Antes del hallazgo y en plena la búsqueda, familiares y autoridades llevaron a cabo entrevistas, inspecciones y análisis digitales con el fin de reconstruir los últimos movimientos de ambas.
Desde un principio, la Policía Nacional y la Fiscalía manejaron la hipótesis de un doble feminicidio, reseñó el medio La Prensa.
PRINCIPAL SOSPECHOSO, HALLADO MUERTO EN QUITO
Se conoció que María sostenía una relación con Franklin Quiñónez, señalado como el principal sospechoso del doble asesinato. Ambos vivían juntos en un inmueble alquilado en el Pasaje 2 de Noviembre y la avenida 17 de Julio.
No obstante, el 8 de abril pasado, a Quiñónez lo hallaron muerto en Quito, lo que complicó mucho más la investigación. Tras ese hecho, las autoridades intensificaron la búsqueda de la venezolana y su hija.
Al cabo de dos meses, la Fiscalía redobló esfuerzos en la búsqueda de las víctimas, hallando sus restos enterrados, carbonizados y embalados. Estaban cerca de la propiedad donde vivían con el implicado.
Fuente: Caraota Digital/