Desde Mi Curul: «Parejas fantasmas»:»El eco silencioso del amor ausente»
El Diario Tricolor.- Hoy vivimos en el bullicioso teatro de la vida moderna, donde las conexiones se forjan con la velocidad de un click y los afectos se expresan a través de unas pantallas luminosas. Existe un fenómeno silencioso, cada vez en aumento, pero más palpable : «Las parejas fantasmas».
No se trata de «espectros etéreos», vagando por casas, hoteles, y mansiones antiguas y abandonadas, sino de un tipo de relaciones en la vida cotidiana que, aunque presentes en apariencia, están marcadas por una profunda ausencia emocional, una desconexión total que convierte a sus integrantes en «sombras borrascosas», el uno del otro.
Las características señales de dos mundos emocionales separados que, aunque sutiles, son reveladoras. Donde las conversaciones se reducen al simple tema de la logística : pago de condominio, comida, ropa, calzados, pagos de colegio, servicios públicos, gasolina etc… dejando de lado sueños, inquietudes, logros, metas y alegrías compartidas.
Los gestos de cariño, amor y atención ya no existen. Se convierten en relaciones de puro cumplimiento; o sea, en cumplo y miento. Desprovistos de la chispa genuina que alimenta la complicidad: el amor y la pasión. La intimidad de pareja tanto física, íntima y emocional se desvaneció, dejando un vacío frío e incómodo de indiferencia.
Allí sentimos que se nos rompió el amor de tanto usarlo. Impera el desgaste de la rutina, la falta de comunicación honesta y profunda. Las heridas no sanadas que ponen a la pareja «histórica» siempre discutiendo, recordando y trayendo los errores del pasado al presente.
Todo eso levanta «minas» invisibles o, incluso, hasta llegar a la comodidad de mantener la apariencia con una fachada social, lo cual lejos de acercar, va erosionando día a día y minando los cimientos de una relación.
A veces el miedo a la soledad, o a la costumbre de la inercia de los años, nos hace continuar como «parejas fantasmas».
Se mantienen unidos aparentemente pero la realidad es que ya han tomado caminos divergentes. Viven una ilusión de compañía pero experimentan una profunda soledad. «Se comparten espacios pero no corazones». Los sueños se marchitan en silencio y la vitalidad de la pareja se convierte en un eco lejano de lo que un día fue. Sin embargo, la aparición de estas «parejas fantasmas «, no tiene porque ser un destino ineludible.
La conciencia es el primer paso hacia la transformación. Reconocer la desconexión, abrir canales de comunicación honesta y valiente; sacar la «bandera blanca, y «buscar ayuda » primero de Dios para que el nos ayude con sus faros de dirección y visión de la esperanza en nuestra oscuridad .
Urge reconstruir la intimidad, reavivar la chispa de la comunicación mutua y recordar los motivos que los unieron. Recordar la importancia de los lazos reales, aquellos que se nutren de la presencia consciente, la escucha activa y la vulnerabilidad compartida.
Desterrar a los «fantasmas» de la pareja perdida requiere valentía para enfrentar la verdad y el compromiso para construir de nuevo un amor que sea refugio de lazos de presencia consciente, con escucha activa y la vulnerabilidad compartida.
Construir un amor que trascienda la mera coexistencia. Un amor que sea refugio, inspiración , y alegría palpable en el día a día. Entonces si podríamos apelar aquel voto que una vez hiciéramos porque si aplicaría : «hasta que la muerte nos separe».
Escribe, lee y estudia que algo queda.
Bibliografía «Los hombres son de Marte, las mujeres son de Venus».Jhon Grau. «El arte de amar». Erich From.
«Vínculos afectivos». John Bowlby.
Articulista Mario Douglas Serrano Meoz Correo:cerranomario1901@ gmail.com