Editorial y Opinión

Se acabó la licencia de Chevron

El Diario Tricolor.- Sin Chevron, Venezuela enfrentará un panorama complicado, especialmente en su industria petrolera que ya está debilitada. Chevron ha sido clave para mantener algo de producción y exportación de crudo, a pesar de las sanciones y la crisis.
En enero de 2025, por ejemplo, las exportaciones de petróleo venezolano alcanzaron unos 867 mil barriles por día y Chevron aportó una parte significativa de eso, enviando crudo a Estados Unidos. Si se retira, el régimen de Maduro perdería una fuente importante de ingresos, probablemente cientos de millones de dólares al mes, lo que agravaría aún más la situación económica.

Por otro lado, la ausencia de Chevron podría acelerar el deterioro de la infraestructura petrolera que ya sufre por falta de inversión y mantenimiento. Sin su experiencia técnica y recursos, proyectos como los de la Faja del Orinoco o el Campo Boscán podrían colapsar, reduciendo la producción a niveles aún más bajos. Esto pondría más presión sobre el gobierno que depende del petróleo para sobrevivir, pero también podría afectar a la población porque esos ingresos, aunque mal manejados, sostienen parte del sistema.

Ahora, hay quienes argumentan que sin Chevron, Maduro se debilitaría tanto que podría caer. Sin embargo, históricamente, el régimen ha encontrado formas de adaptarse, como redirigiendo exportaciones a países como China o buscando socios menos regulados. Así que, aunque perder a Chevron sería un golpe duro, no necesariamente significaría el fin del chavismo de inmediato.

Impacto económico de la ausencia de Chevron

Chevron ha sido un actor clave en la industria petrolera venezolana, contribuyendo significativamente a la producción y exportación de crudo. En enero de 2025, Venezuela alcanzó cerca de 900,000 barriles diarios, un aumento del 17% respecto a 2024, según reportes recientes. De este total, Chevron aporta entre 200,000 y 250,000 barriles diarios, lo que representa aproximadamente un 25%-30% de la producción nacional.
La decisión de Trump de quitar la licencia que se renovaba en abril de 2025, quedó disuelta ya, las consecuencias en el área económico para Venezuela son notable:

  1. Caída en la producción petrolera: Sin Chevron, la producción podría reducirse inmediatamente en esos 200,000-250,000 barriles diarios. PDVSA, la estatal petrolera no tiene la capacidad técnica ni financiera para compensar esta pérdida rápidamente debido a años de subinversión, corrupción y sanciones. Esto podría bajar la producción total a niveles cercanos a 650,000-700,000 barriles diarios, un retroceso significativo.
  2. Menor ingreso de divisas: El petróleo genera cerca del 85% de los ingresos en dólares de Venezuela. En 2024, se estima que las licencias petroleras, especialmente la de Chevron, aportaron un 42% de los casi 5,000 millones de dólares que entraron al país vía exportaciones y mesas de cambio. Perder un cuarto de la producción implicaría una reducción anual de ingresos de entre 2,000 y 3,000 millones de dólares (asumiendo precios promedio de 70-80 dólares por barril). Esto va a limitar la capacidad del gobierno para financiar importaciones y mantener el flujo de divisas al sector privado.
  3. Presión sobre el tipo de cambio: Con menos dólares en el mercado, el bolívar enfrentaría una devaluación acelerada. En las últimas semanas de febrero de 2025, el bolívar ya ha perdido más del doble de su valor respecto al dólar en un año. Ahora sin Chevron, la escasez de divisas podría disparar el tipo de cambio paralelo, que actualmente ronda los 40-50 bolívares por dólar, hacia niveles superiores a 100 bolívares por dólar en pocos meses.
  4. Inflación renovada: La menor entrada de dólares y la devaluación empujarían los precios al alza. Aunque Venezuela salió de la hiperinflación en 2021, la inflación interanual sigue alta (alrededor del 50%-60% en 2024). Sin Chevron, analistas proyectan que podría superar el 100% anual en 2026, erosionando aún más el poder adquisitivo. La canasta alimentaria mínima, que ya cuesta unos 350 dólares mensuales, se encarecería, afectando a quienes ganan menos de 100 dólares al mes (50% de la población). Consecuencias para la población

El impacto económico no se queda en números abstractos; golpea directamente la vida cotidiana de los venezolanos:

  1. Pérdida de poder adquisitivo: Con un salario mínimo estancado en torno a 2-3 dólares mensuales (más bonos que no superan los 50 dólares), la mayoría de la población no podría seguir el ritmo de la inflación y la devaluación. Esto significa menos acceso a alimentos, medicinas y bienes básicos, profundizando la pobreza, que ya afecta al 80% de los hogares según encuestas como Encovi.
  2. Escasez de combustible: Chevron no solo produce crudo, sino que también aporta diluyentes esenciales para procesar el petróleo pesado de la Faja del Orinoco. Sin su aporte, la refinación interna podría colapsar aún más, agravando la escasez de gasolina. Esto ya es un problema crónico fuera de Caracas, con colas de días en estados como Táchira o Zulia, y ahora sin Chevron, podría extenderse a todo el país, afectando el transporte y la distribución de alimentos.
  3. Desempleo y precariedad laboral: La industria petrolera, aunque menos intensiva en mano de obra que antes, sostiene empleos directos e indirectos en regiones como Zulia y Anzoátegui. Esta nueva realidad sin la actividad de Chevron podría dejar sin trabajo a miles de personas, sumándose a un mercado laboral donde el 50% de los ocupados están en el sector informal, ganando menos de 100 dólares al mes.
  4. Migración forzada: La combinación de menos ingresos, inflación y escasez podría acelerar el éxodo. Desde 2015, más de 7 millones han abandonado el país, y analistas como Francisco Rodríguez sugieren que sanciones más duras y ahora la salida de Chevron podrían empujar a otros 1-2 millones a emigrar en los próximos dos años, especialmente jóvenes en edad productiva, lo que agrava la pérdida del «bono poblacional».

Consecuencias a mediano y largo plazo

  1. Dependencia de socios alternativos: Se va Chevro, que hará Maduro?. Podrá recurrir a más países como China, Rusia o Irán, pero estos socios no tienen la misma capacidad técnica ni interés en invertir a gran escala bajo sanciones. Las exportaciones se redirigirían a mercados con descuento (India o China), reduciendo aún más los ingresos por barril.
  2. Colapso de servicios públicos: Con menos recursos fiscales, el gobierno tendría menos capacidad para subsidiar electricidad, agua o gas, ya en crisis. Los apagones, que ya son frecuentes fuera de Caracas, podrían intensificarse, afectando la calidad de vida y la actividad económica.
  3. Radicalización política: La pérdida de ingresos podría forzar al régimen a endurecer su control, aumentando la represión para compensar la debilidad económica. Sin embargo, algunos creen que esto también podría debilitarlo a largo plazo, aunque históricamente ha demostrado resiliencia.

Que va ocurrir con esta decisión del Gobierno de los Estados Unidos.

El impacto de la salida de Chevron no sería inmediato en toda su magnitud (se sentiría más en 2026), pero desde 2025 empezaría a notarse en menos divisas, mayor inflación y dificultades para la población. Para los venezolanos, significaría un retroceso a condiciones más duras, similares a las de 2017-2019, aunque con una economía más dolarizada que podría amortiguar levemente el golpe en ciertas áreas urbanas. Sin embargo, sin reformas internas o alivio de sanciones, las opciones del país para mitigar esto son limitadas.

Consecuencias para la población venezolana

  • Agravamiento de la crisis humanitaria: Con menos ingresos, el gobierno tendría menos capacidad para importar bienes básicos o subsidiar combustible, lo que podría extender la escasez de gasolina y alimentos a nivel nacional. Esto afectaría especialmente a las zonas rurales y a los más pobres, que dependen de estas redes.
  • Aumento de la migración: La presión económica renovada podría empujar a otro millón o más de venezolanos a emigrar en los próximos dos años, muchos hacia EE.UU., lo que tensionaría aún más la relación bilateral. Escenario para Estados Unidos

Desde la perspectiva de EE.UU., la salida de Chevron tiene implicaciones económicas, políticas y estratégicas:

  1. Impacto económico limitado en EE.UU.: A nivel energético, la pérdida del crudo venezolano que Chevron exporta a EE.UU. (unos 150,000-200,000 barriles diarios) no sería crítica. Estados Unidos es autosuficiente en energía y tiene reservas estratégicas, además de acceso a otros proveedores como Canadá y Arabia Saudita. Los precios de la gasolina podrían subir marginalmente a corto plazo, pero el mercado global absorbería el ajuste sin mayores trastornos.
  2. Presión migratoria: Sin Chevron, el deterioro económico en Venezuela probablemente aumentaría el flujo migratorio, pero con las medidas tomadas por el Gobierno de Trump en materia de migratoria los venezolanos tendrán que buscar otros destinos distinto a el de EEUU.
  3. Con este medida se pierde la influencia del sector petrolero venezolano: Chevron era un punto de contacto directo de EE.UU. en Venezuela, permitiendo cierta supervisión sobre la industria petrolera. Sin esa presencia, actores como China, Rusia o Irán podrían llenar el vacío, comprando crudo a descuento y fortaleciendo su influencia en el país. Esto podría complicar la estrategia de «máxima presión» de Trump, ya que Maduro buscaría alternativas para sobrevivir.

Dinámica bilateral entre Venezuela y EE.UU

  1. Endurecimiento de sanciones: La no revocación de la licencia de Chevron, anunciada el 26 de febrero de 2025 por Trump, marca un retorno a la política de «máxima presión» de su primer mandato. Argumentó que Maduro no cumplió con acuerdos de deportación de migrantes y que la licencia de Biden «le dio miles de millones». Esto sugiere que EE.UU. podría ampliar sanciones a otras empresas (como Repsol o Maurel & Prom) que operan bajo licencias similares, aislando aún más a Venezuela.
  2. Respuesta del régimen de Maduro: Maduro probablemente intensificaría su retórica antiimperialista y buscaría apoyo de aliados como China y Rusia. Sin Chevron, podría recurrir a intermediarios para vender petróleo a Asia con descuentos de hasta 15-20 dólares por barril, perdiendo entre 1,500 y 2,000 millones de dólares anuales adicionales, según estimaciones de analistas como Barclays. Esto debilitaría su economía, pero le daría oxígeno para resistir.
  3. Negociación o confrontación: La salida de Chevron elimina un canal de diálogo implícito entre Washington y Caracas. Durante el mandato de Biden, la licencia fue un incentivo para negociaciones (como las de México en 2022). Ahora, con Trump, parece haber menos disposición al diálogo, y Maduro podría optar por una postura más beligerante, como amenazar con cortar relaciones por completo o acelerar su alianza con potencias rivales de EE.UU. Escenarios posibles
  • Colapso económico de Venezuela y presión sobre Maduro: Si EE.UU. logra aislar a Venezuela de socios occidentales y los precios del petróleo no compensan las pérdidas, el régimen podría enfrentar una crisis terminal en 2026-2027, potencialmente forzando un cambio político. Sin embargo, Maduro ha sobrevivido sanciones previas adaptándose, por lo que no es garantía.
  • Fortalecimiento de competidores de EE.UU.: China podría aumentar su presencia, financiando a PDVSA a cambio de crudo barato, lo que reduciría la efectividad de las sanciones y mantendría a Maduro a flote, frustrando los objetivos de Trump.
  • Reacción interna en EE.UU.: Si la migración venezolana crece, Trump ya tomo medidas para afrontar el aumento de la migración en la frontera sur, esta situación actual entre ambos Gobiernos va a limitar un poco la deportación de venezolanos al país ya que Maduro tomará medidas a no ser que otro país en Latinoamérica este dispuesto a recibirlos, forzándo al Gobierno de Estados Unidos a ajustar sus estrategias.

Lcdo. Fernando Colmenares
CNP-Zulia 158823
Periodista CEO El Diario Tricolor

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