MIGUEL RIVERO Y SUS PAISAJES DISUELTOS
El Diario Tricolor.- Miguel Antonio Rivero Velásquez es oriundo de Lagunillas, Estado Zulia. Nacido en el seno de una familia humilde, Rivero creció rodeado de valores como la honradez y la solidaridad. Su interés por la pintura se manifestó desde la infancia, y su talento se hizo evidente desde sus primeras obras. A los 13 años, ya había logrado un reconocimiento significativo al ganar un concurso de pintura con un retrato de un personaje al que admira profundamente: el maestro Rómulo Gallegos.
Rivero ha complementado su talento innato con una sólida formación académica, obteniendo dos licenciaturas: una en Artes Plásticas y otra en Educación. Esta doble formación le permitió no solo desarrollar sus habilidades artísticas, sino también transmitir su conocimiento y pasión a las nuevas generaciones.
A lo largo de su carrera, Rivero ha participado en numerosas exposiciones individuales y colectivas a nivel nacional e internacional.
Sus obras han sido reconocidas y galardonadas en prestigiosos salones de arte, como el Salón Lagoven y el Salón Francisco Lazo Martí. Pero su obra se proyecta mucho más allá de nuestras fronteras: Italia, Suráfrica y Norteamérica han sido testigos de su talento.
Hoy, tenemos la oportunidad de compartir junto al maestro Rivero su más reciente colección, titulada «Paisajes disueltos».
Esta colección es producto de su recorrido y visión de nuestro país, en la cual nos muestra la esencia de la naturaleza venezolana a través de representaciones vibrantes de fenómenos naturales como morros y relámpagos. Utiliza contrastes de colores y texturas para crear un dinamismo y una energía intemporal que transportan al espectador a un mundo lleno de trascendencia y misterio.
Su arte refleja una conexión íntima con el paisaje y la cultura, incorporando mitos y devociones indígenas de la región zuliana. Especialmente notable es su representación del relámpago del Catatumbo, donde logra captar la energía y el sonido de este fenómeno. Las pinturas de Rivero son un equilibrio de formas abstractas y colores intrincados, resultando en obras líricas y profundamente ricas en visualidad.
En resumen, Miguel Antonio Rivero Velásquez no solo destaca por su extraordinario talento artístico, sino también por su profunda conexión con la cultura y la naturaleza de Venezuela. Su obra no solo embellece nuestros espacios, sino que también nos invita a reflexionar sobre nuestra identidad y patrimonio.
Agradecemos al maestro Rivero por compartir con nosotros su visión y por continuar inspirando a las futuras generaciones con su arte. Que esta colección «Paisajes disueltos» sea un recordatorio constante de la belleza y la riqueza de nuestra tierra.
Por: Francisco Kiko ChávezCronista del Municipio Lagunillas/