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El Gobierno logró dinamitar furor opositor tras las Primarias con el conflicto por el Esequibo

El Diario Tricolor-. Una carta bajo la manga. La crisis por el Esequibo, apuntada en las negociaciones entre el Gobierno y la oposición en la mesa de negociaciones de México, fue un as que encontró a la oposición venezolana sin estrategia conjunta, pese al impacto de las primarias de octubre ganadas por María Corina Machado.

Duró poco el fervor. Aún estaba fresco el sacudón político dentro del partido de gobierno cuando el Consejo Nacional Electoral anunció el referéndum consultivo sobre El Esequibo y desde entonces la falta de norte en relación con el escenario aletargó el impacto y dio aire a los impulsores del Socialismo del Siglo XXI como modelo político.

Para Ricardo Ríos, presidente de la firma Poder y estrategia, con el Gobierno acorralado y a la defensiva, la oposición no supo flanquearse y actuar como cuerpo colegiado. Hoy la debilidad la exhibe quienes motorizan el cambio en Venezuela por no una línea común en torno de un tema tan sensible como el referendo.

“Esto es algo muy lamentable, porque pone de manifiesto no solo las diferencias tácticas, sino también estratégicas que hay dentro de la oposición, que no logra articular un mensaje consistente sobre el Esequibo”, explica Ríos, a quien le hubiera gustado ver a Machado amalgamando liderazgos y colocando al gobierno en una franja estéril.

Machado insiste, sin embargo, que el referéndum puede perjudicar la posición de Venezuela frente a la Corte Internacional de Justicia (CIJ). Y la posición de la Plataforma Unitaria Democrática (PUD) fue de permitir el libre albedrío a la población sobre su participación en esta consulta pública.

«Falta un liderazgo que indique por dónde es el camino, entendiendo que cada quien va a tomar su decisión, pero que por lo menos haya una vocería consistente que arrope el liderazgo opositor. Eso no se ha dado, fundamentalmente es un reflejo de la fragmentación que existe dentro de los grupos políticos opositores, que además se va a manifestar en las elecciones de 2024», expone Ríos.

Objetivos del referéndum

El objetivo del Gobierno Nacional fue dividir a la oposición y lo logró. El politólogo Jorge Morán explica que la intención es «generar dilemas» en esta ala política, cuyo resultado es «absolutamente esperable» debido a la mencionada falta de dirección estratégica.

“Si bien María Corina quedó legitimada como líder de la oposición, todavía no hay una institucionalidad para debatir temas, para acordar políticas u orientar la opinión pública o en todo caso el discurso de la oposición”, expresa.

Sobre el dilema de participar o no en la consulta, Jesús Blandin, politólogo, detalla que el problema surge debido a las preguntas del referéndum. A su juicio, “no son tan claras ni tan objetivas», lo que genera un problema en la vocería adversa al oficialismo.

«Desde la pregunta 3 en adelante se torna muy trivial, están muy abiertas y son muy ambiguas y esto hace que desde la oposición algunos digan vamos a participar mientras otros digan que no, pero los que dicen que participarán no especifican si votarán sí o votarán no ni en qué preguntas», advierte. Esta disimilitud genera un conflicto entre distintos factores de la Plataforma Unitaria.

Blandin considera que, en base al voto cruzado entre el Sí y No, es necesario promover la participación masiva. «No podría la oposición llamar la abstención desconociendo un CNE con el que luego va a participar» en las elecciones presidenciales de 2024, explica.

¿Lavado de manos?

Con la estrategia de no asumir una posición firme sobre el referendo, la PUD se desentiende de las consecuencias que esta podría generar.

«La Plataforma Unitaria de alguna manera se está lavando las manos, es como decir, este problema no es mío y eso no está bien, porque eso favorece a la posición del Gobierno», puntualiza el especialista en derecho constitucional y administrativo, Sergio Urdaneta.

Para Urdaneta, creador de un proyecto de ley para convertir al Esequibo en un estado, la participación constituye «el antídoto que necesitamos para que el Gobierno no manipule el referéndum».

Respecto al llamado de algunos líderes opositores sobre la iniciativa de no sumarse al proceso, asegura que es «inconveniente”. En sus palabras, se debió actuar con suma estrategia para mantener agitado el interés nacional en las presidenciales.

«Yo creo que la oposición está perdiendo una oportunidad de oro para tomar la bandera del referéndum dado que en estos momentos el Gobierno tiene entre 10-15% de popularidad y la oposición 80-85 % y ese 85 % debía ser canalizado por el referéndum», concluye.

Fuente: Versión Final/

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