Edición Aniversaria

La Diáspora: sueño o pesadilla…

El Diario Tricolor.- En este nuestro primer aniversario como medio digital, El Diario Tricolor, desarrollamos una edición denominada La Diáspora: sueño o pesadilla… Para ello contamos con una serie de periodistas y articulistas, de primera línea, que desde su experiencia personal o según las historias contadas por terceros, disertan sobre esta estampida de venezolanos que decidieron dejar su patria, su terruño, su familia… y aventurarse a encontrar nuevos rumbos.

Hasta hace poco nadie hablaba sobre el fenómeno de la Diáspora en Venezuela.. El diccionario la define como «la dispersión de un pueblo o comunidad humana por diversos lugares del mundo; especialmente la de los judíos después de la destrucción del reino de Israel (siglo VI a. C.)…

También señala que representa «un conjunto de comunidades de un mismo origen o una misma condición establecidas en distintos países».

La crisis venezolana es el mayor desafío, en materia de movilidad humana, en el continente y una de las tres grandes crisis mundiales, según han establecido las agencias especializadas de la ONU como la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) y la Organización Internacional para las Migraciones (OIM).

Conocedores de esta materia afirman que la emigración o éxodo de venezolanos se inició por allá por el 2002, y ponen como la principal causa el paro petrolero y los más de 20 mil trabajadores de Pdvsa que fueron despedidos durante el gobierno del entonces presidente Hugo Chávez.

Cifras preocupantes que maneja Acnur señalan que más de 7,13 millones de personas han salido de Venezuela buscando protección y una vida mejor; la mayoría – más de 6 millones – ha sido acogida por países de América Latina y el Caribe.

Y frente a esta situación uno se pregunta: tienen nuestros paisanos el apoyo o respaldo necesario en los países a los que llegaron ?…

La gente venía no se iba…

Antes del año dos mil, nadie hablaba de este fenómeno que ha causado estragos en nuestra patria, dejando a su paso una estela de fuga de cerebros, salida de científicos, médicos, maestros, ingenieros, arquitectos, periodistas, abogados, administradores, enfermeras, entre otros profesionales; la estampida de grandes, medianos y pequeños empresarios, así como la mano de obra calificada, ha sido un golpe muy fuerte para Venezuela.

Por supuesto que a esto debemos sumarle el enorme daño que se le ha hecho a la familia como tal: la desintegración, hijos y abuelos sobreviviendo en su tierra, a la espera de una ayuda que llegue desde el exterior. Algunos tienen la fortuna de recibir ese anhelado impulso económico que viene de distintas partes del mundo, otros no tienen tanta suerte y deben hacer «de tripas corazón» para mantenerse y cumplir nuevamente con su papel de padre y madre, pero ahora con nietos, sobrinos, hasta cuidar niños que no son miembros de otro núcleo familiar.

Venezuela abre sus brazos a todos

Venezuela con todos sus recursos y con sus problemas era un destino fijo de emigrantes: italianos, portugueses, españoles, sirios, turcos, árabes, alemanes, «gringos», colombianos, peruanos, chilenos, argentinos, brasileños, curazoleños, entre otros.

Son muchas las historias de extranjeros que obligados por la Primera y Segunda Guerra Mundial arribaron a estas generosas tierras, donde se les abrieron los brazos, se les brindó apoyo y fueron tratados como unos hijos más.

Triste realidad es la que se vive ahora con nuestros connacionales y su salida forzosa de su patria. El primer camino, en su afán por encontrar nuevas oportunidades, fue Colombia. Allí el trato de parte de la población y algunas autoridades neogranadinas no ha sido la mejor. La experiencia contada por muchos connacionales son realmente miserables. Lamentablemente ha sido cuesta arriba para los venezolanos lograr obtener el permiso reglamentario para poder laborar en Colombia. A esto se suma el fenómeno de la xenofobia, no de parte de todos, pero sí de muchos que maltratan, vejan, ofenden y hasta agreden a sus hermanos venezolanos, o VENECOS como despectivamente nos apodan. Hay que destacar que Perú ha sido uno de los países en los que los venezolanos han recibido el peor trato. Y también se debe resaltar que Chile es uno de los que mayor apoyo a brindado a nuestros coterráneos.

Cuántos colombianos llegaron a Venezuela y lograron, en poco tiempo, lo que durante años o toda una vida no pudieron concretar en su patria ? Vemos comerciantes, empresarios, gente exitosa venida de tierras neogranidas que por esfuerzo propio, pero también con la ayuda del gobierno y de amigos venezolanos, hoy en día tienen una posición privilegiada.

Por supuesto que no se debe ser un superdotado para saber lo que implica recibir un enorme grupo de personas en algún país determinado, se entiende que eso tiene incidencia o causa problemas en materia de viviendas, puestos de empleo, servicios públicos, seguridad, salud, educación y tantos otros aspectos, pero hay que ver esta situación desde el punto de vista humano; son un conglomerado de personas que por X o Y motivo decidieron dejar su tierra y buscar una mejor calidad de vida.

Anuncian ayuda pero no se ve

Gobiernos, organismos multilaterales, organizaciones internacionales, ONG, incluso artistas, cantantes, actores, son muchos los que han destinado grandes sumas de dinero para ayudar a nuestros connacionales, pero la gran pregunta es… llegan esos recursos?. A través de las redes sociales y medios informativos digitales vemos a nuestros hermanos venezolanos afrontando difíciles situaciones en los países que han escogidos como destino. Muertos, heridos, amputados, violaciones, robos, asaltos, golpizas, XENOFOBIA, palabra que debiéramos sacar de nuestros corazones y mentes.

Sale gente buena, y otros que no lo son tanto, desde Venezuela. Algunos, mayoría, honrados, trabajadores, emprendedores que donde llegan enaltecen su gentilicio y aportan con su conocimiento al país que les abre los brazos. Por supuesto que hay otros malos ejemplos que ni siquiera vale la pena destacar, son por culpa de esta minoría que se genera esa opinión equivocada sobre los venezolanos.

Lo cierto del caso es que los gobiernos y autoridades de los distintos países donde esté un venezolano, deben ponerse la mano en el corazón y tomar en cuenta que se trata un ser humano que busca nuevas oportunidades. Independientemente de las causas que lo motivaron a salir de su tierra, ese hombre, mujer, niño, anciano requiere del apoyo, merece un chance, clama por una oportunidad que le permita demostrar lo que vale y que verdaderamente tiene algo que aportar.

Periodista Iván Parra /

Foto: Cortesía

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