La procrastinación como problema.
Este es un tema sobre el cual investigadores del área de la psicología emocional vienen haciendo numerosos estudios para comprender las raíces de este mal emocional.
La procastinación deriva del latín procastinare y significa postergar voluntariamente una acción que debe emprender una persona, lo cual puede afectar su personalidad.
Explican estas investigaciones que postergar acciones el dejar de hacer algo o cumplir cabalmente una tarea para hacer o realizar otra actividad es atentar contra la voluntad de la persona, pero no puede verse como la típica flojera de no querer realizar alguna acción que deba cumplir.
Es no tener la energía emocional, ni un nivel de autoestima que le llene de deseo y voluntad para no dejar de realizar sus tareas.
Si a lo anterior le sumamos la crítica situación económica que golpea su nivel de vida, sin duda lo llena es de desánimo y lo encierra en un mundo de negatividad.
¿Que lo origina?.
El aburrimiento, el estrés, el cansancio, la poca voluntad de enfrentar sus tareas o decisiones en su vida privada van llenando a la persona de criterios de desconfianza, de temor, de pensar que va a fracasar, así como también vemos el caso de personas aferradas a la perfección y al no tener seguridad por realizar una tarea se llenan de temores y fracasos.
La procastinación tiene impacto negativo en el rendimiento laboral y por ende en la productividad de las organizaciones, ya que las personas al no tomar o cumplir sus tareas en el momento adecuado implica retardo en la toma de decisiones gerenciales.
Las recomendaciones que sugieren los especialistas del área psicológica emocional, van entre otras en buscar que las personas enfrenten su realidad laboral, vencer los temores, los miedos, relajarse con terapias que se recomiendan bajo la asistencia profesional de psicólogos ya que está situación está desbordando la realidad laboral y familiar de muchas personas, que se acobijan en dejar para luego la realización de tareas y compromisos que no pueden estar en espera.
Acá cabe perfectamente el famoso decir popular de no dejar para mañana lo que debes hacer hoy.
Por último es realmente creciente el impacto de la crisis económica en las emociones de las personas lo que lleva al asombroso crecimiento de las tasas de suicidios y de depresiones que atentan contra la salud emocional de las personas.
Es en definitiva un mal que afecta mucho como por ejemplo, en el caso de Venezuela buscar elementos que nos lleven a un gran acuerdo nacional sin postergar la real posibilidad de reencontrarnos para encontrar caminos de reconstrucción y de reconciliación del país.
Dr Jose Gregorio Figueroa
@figueroazabala.
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