Militantes de Voluntad Popular en Táchira renuncian masivamente
El Diario Tricolor-.Un total de 250 militantes del partido Voluntad Popular (VP) en Táchira renunció este lunes al partido político, según dieron a conocer en una comunicación pública.
Los firmantes del documento dirigido a Leopoldo López y Freddy Superlano se identifican como miembros de la dirección nacional, del equipo regional y activistas. Aseguran haber denunciado «la parálisis del partido y su decrecimiento» por seguir procesos ilegales para la realización de las asambleas municipales y señalan a la dirigencia de «haber utilizado los casi 170 cupos que en el programa defensores de la democracia tiene VP Táchira, como mecanismo de chantaje y corrupción para sostener lealtades internas y personales».
Argumentan también que «Voluntad Popular es una maquinaria que, al margen de sus liderazgos, es manejada por su ‘nómina’ de un equipo operativo tarifado que ha impuesto ese modelo (usar el chantaje y corrupción para sostener lealtades internas y personales) hacia estados y municipios».
Aseguran, que «Voluntad Popular hoy en día no es el partido del que hace años nos enamoramos. Es exactamente lo contrario», por lo cual prefirieron renunciar.
A continuación la carta:
San Cristóbal, 27 de febrero de 2023,
Ciudadanos:
Leopoldo López y Freddy Superlano
Responsable y Coordinador Político Nacional de Voluntad Popular Activistas, respectivamente
Y demás integrantes del Equipo Nacional de Activistas
Quienes suscribimos el presente escrito, militantes de Voluntad Popular del Táchira, en su momento llegamos atraídos por el anhelo de integrar un partido democrático, de avanzada, con un marcado compromiso social, moderno, inspirado en valores de igualdad, solidaridad, respeto a las diferencias, comprometido en transformar la política y hacer de ella un apostolado por la verdad, la justicia y hacer letra viva la consigna “todos los derechos para todos por igual”.
Inspirados en esos principios desde las bases llevamos líneas de formación, activismo, organización, disciplina y trabajo social. Entregamos días, noches, semanas, meses y años enteros a un recorrido interminable por pueblos y localidades del Táchira. Hemos estado en la Dirección Política nacional, del estado, de sus municipios y parroquias y siempre hemos acompañado las líneas del partido en las campañas y procesos desarrollados en estos tiempos. Incluso ante candidaturas impuestas y lineamientos errados, como cuando se trazaron líneas abstencionistas que dejaron en la orfandad los liderazgos locales.
El año 2021 tuvimos que soportar la traición de la mayoría de los integrantes del Equipo Regional a la línea del partido. Sorpresivamente, el ENA no ejerció sus potestades disciplinarias a tiempo, sino cuando ya estaba “el ojo afuera”. Y su actuación fue un simple “saludo a la bandera”. Los transgresores de la disciplina han expresado que “tenían autorización” para hacer lo que hicieron. ¿O sea, que estaban autorizados para traicionar los acuerdos de la Plataforma Unitaria? Cada quien saque sus conclusiones viendo la línea de tiempo de los eventos ocurridos.
A inicios de 2022 recibimos la visita de una “Comisión de acompañamiento” que vino a conocer las situaciones de conflicto interno. Jamás hubo una respuesta formal a las denuncias, ni siquiera para desecharlas y declarar su temeridad, falsedad o inconsistencia. Simplemente, silencio. Se anunció la intervención de la Dirección Regional. De los anuncios no pasó.
El partido efectuó un proceso de restructuración. Se violaron descaradamente las normas del proceso. Los resultados demostraron la “anemia” del partido que no pudo efectuar “legalmente” las asambleas municipales ni en el 30% de los municipios. En ese contexto de fraude se convocó una Asamblea Regional sin quorum y amañada y se implantó una dirección ilegítima.
Con suficientes pruebas, nunca dejamos de denunciar el fraude. Se designó una comisión que debía venir al Táchira a procesar las denuncias. Sobraron las excusas para no venir ni resolver por ninguna vía. Y la responsabilidad fue pasando de unas manos a otras. Al final, a más de cuatro meses de su conformación, la comisión vino, pero dio respuesta, porque no tenía autoridad para tomar decisiones. Y se nos llegó a decir en privado que nosotros teníamos la razón y que nuestras denuncias eran verdad, pero que ya nada se podía hacer.
De nada valieron nuestras observaciones sobre la parálisis del partido y su decrecimiento. No valieron nuestros argumentos sobre la ilegalidad del proceso, ni nuestros señalamientos de haber utilizado los casi 170 cupos que en el programa defensores de la democracia tiene VP Táchira, como mecanismo de chantaje y corrupción para sostener lealtades internas y personales. Buena manera de hacer valer “todos los derechos para todos por igual”.
Voluntad Popular hoy en día no es el partido del que hace años nos enamoramos. Es exactamente todo lo contrario. Es una maquinaria que al margen de sus liderazgos es manejada por su “nómina” de un equipo operativo tarifado que ha impuesto ese modelo hacia los estados y municipios.
Es una nómina que suplanta la fidelidad a principios, valores, programas y utopías, a su adhesión al nuevo liderazgo de la caja Clap, traducida en una transferencia internacional tipo Airtm. Y como nómina tarifada impide que se resuelvan los problemas de liderazgo con fórmulas democráticas y estatutarias, conducta permitida por una Dirección Nacional que cómodamente deja hacer y deja pasar sin asumir su rol de conductores y responsables del funcionamiento del partido.
En ese contexto de incumplimiento de los Estatutos y Principios de VPA, exclamamos: ¡Es imposible callar! Y no queda otro camino que renunciar a Voluntad Popular y desde la calle en libertad seguir luchando para rescatar la democracia perdida en el país y el país que anhelamos vuelva a renacer vigoroso.
Fuente: Globovisión/