María del Rosario Pérez: una maestra de vocación
El Diario Tricolor.- Conocida cariñosamente como la maestra «Rosario», María del Rosario Pérez es, indudable, ejemplo de vocación de servicio, amor a la profesión y dedicación total a la mejor formación de conciencias positivas desde las aulas de una escuela.
Normalista y Licenciada en Educación, madre de 8 hijos, nacida el 16 de abril de 1931, en el populoso sector de Las Morochas del municipio Lagunillas, del estado Zulia. Huérfana a temprana edad es criada por sus abuelos Juan Bautista Pérez y Altagracia Maureira.

Rosario comenzó su formación educativa bajo la influencia de una extraordinaria maestra, Luisa Perozo, quien le enseñó sus primeras letras. En su senda formativa realizó sus estudios primarios en la Escuela Municipal Andrés Bello y realizó estudios de secundaria en el Liceo «Hermágoras Chávez» de Cabimas.
Quería ser enfermera pero encontró su verdadera vocación en la educación, obteniendo el título de maestra en la Escuela Normal “Rafael María Baralt” de la Ciudad de Maracaibo. Se convirtió en apasionada educadora desde su primer cargo en 1959, en la escuela Alberto Carnevali en Altagracia donde trabajó hasta 1961.
Luego es trasladada a la escuela Víctor Manuel Valera, en Campo Mío, actual escuela Pascual Ignacio Villasmil. En 1967, inicia labores en la escuela El Menito y en 1976 en el Grupo Escolar Ciudad Ojeda.
La trayectoria de Rosario en esos años avanzó cargada de notables reconocimientos y la calidad de su enseñanza le permitió alcanzar en 1983 el nombramiento de subdirectora en la escuela María Dolores de Castro en Tasajeras, y a partir de 1994 ocupará el cargo de directora en la misma institución hasta el año 2011 cuando será jubilada.
En Rosario Pérez destaca el amor por la docencia. Considera que para ser un buen maestro: “Lo primero es la vocación”. Producto de la labor desarrollada a lo largo de los años ha recibido diversos reconocimientos, entre los que destaca la Orden 27 de junio, en su Primera Clase, otorgada por el Ejecutivo Nacional (única docente del municipio Lagunillas que ha recibido tal distinción).
Recibió la Orden Ciudad Ojeda (Primera Clase) otorgada por el Concejo Municipal de Lagunillas. Permaneció 52 años en el ejercicio de la docencia, dejando una alta valoración de su desempeño en aquellos que un día fueron sus alumnos, quienes le atesoran con cariño en sus recuerdos.

Por: Francisco Chávez
Cronista del municipio Lagunillas