Juez ordena liberación de carga de avión venezolano retenido en Argentina
Este lunes, el juez federal argentino de Lomas de Zamora, Federico Villena, ordenó liberar la carga del avión venezolano de Emtrasur, retenido desde hace siete semanas en el aeropuerto internacional de Ezeiza, ubicado a unos 35 kilómetros al sudoeste de la ciudad de Buenos Aires, refiere una nota de prensa de Telesur.
Se trata de autopartes de la marca Volkswagen, gestionadas por cuatro traders conocidas internacionalmente y que llegaron a esa nación suramericana en un Boeing 747-300, el cual arribó el pasado 6 de junio desde México y luego de hacer escala en Caracas, con 19 tripulantes (14 venezolanos y cinco iraníes).
La orden se produce luego de que la carga fuese inspeccionada en dos ocasiones sin que se hallara nada de procedencia ilegal ni se formulara acusación alguna contra la tripulación; sometida incluso a pesquisa con perros que detectan explosivos y estupefacientes.
En días pasados la embaja de Türkiye en Argentina remitió una carta al Secretario General de Redacción del periódico La Nación desmintiendo la noticia publicada en ese periódico argentino el 5 de julio de 2022 que contiene afirmaciones contra la Organización Nacional de Inteligencia de Türkiye en relación con el avión de carga EMTRASUR.
«El supuesto intercambio de inteligencia con respecto al avión de carga por parte de la Organización de Inteligencia Turca con sus contrapartes argentinas y brasileños es totalmente infundado», aclara el Embajador de Türkiye Ş. Vural Altay en la referida misiva.
Investigaciones
Detallan las investigaciones de la justicia argentina que los componentes automotrices destinados a asientos del modelo TAOS de Vokswagen provenían de la empresa francesa SAS (del proveedor automotriz global Fauresia), la cual opera una planta en Querétaro, México, y debía entregarlos en ese país.
De igual manera se conoció de un cargamento similar enviado por dicha empresa desde Miami, Estados Unidos, el cual también se encontraba retenido, y cuya orden de liberación y entrega fue dada por el propio magistrado Villena.
Pese a no existir acusación alguna, la tripulación de la aeronave permanece sin poder retornar a sus respectivos países; la fiscal y el juez manifestaron que correspondía investigar si los tripulantes del Jumbo vinieron exclusivamente a traer autopartes, o además a espiar o hacer algún aporte a alguna operación terrorista; cuestión esta acentuada por grupos opositores argentinos.
Eso pese a que el avión acumulaba transportación de carga similar a 13 países en su hoja de ruta antes del mencionado viaje a Argentina; y que tanto el presidente Alberto Fernández, y el representante de la Agencia Federal de Inteligencia, Agustín Rossi, criticaran dichos intentos de manipulación por parte de la oposición.
En tal sentido, la defensa de la tripulación ha solicitado que se les permita retornar a sus países, y que se restituya el Jumbo; ante lo cual Villena le dio hasta este martes a la fiscalía y a la organización no gubernamental Delegación de Asociaciones Israelitas Argentinas (DAIA), para pronunciarse.
Como se recordará, el pasado 6 de junio procedente de México aterrizó en Argentina el avión de Emtrasur Cargo, un Boing 747 perteneciente a la recién creada empresa de transporte de carga, el cual luego de partir hacia Montevideo dos días después y serle revocado el acceso a Uruguay, debió retornar a territorio argentino encontrándose con que se había ordenado su retención.
A la orden, dictada por el juez federal argentino Federico Villena, se le dio cumplimiento con el abordaje de la aeronave por al menos 60 efectivos de la Policía de Seguridad Aeroportuaria (PSA), quienes con perros antidrogas requisaron la aeronave sin encontrar nada irregular.
A la par de la orden de retención del avión de Emtrasur, el juez Villena ordenó la confiscación de los pasaportes de todos los tripulantes compuestos por 14 venezolanos y 5 iraníes, así como de sus teléfonos celulares y tablets.
Venezuela reclamó en ese momento a Uruguay la negativa de recibir a la aeronave de siglas venezolana, indicando que esta acción puso en riesgo a la tripulación debido a la poca cantidad de combustible que la misma poseía al momento de serle revocado el permiso de aterrizaje en Montevideo.
“Una vez que aterrizaron, se pudo constatar que la aeronave contaba con tan solo 17.000 litros de combustible, muy por debajo de lo recomendado por el Procedimiento Operacional estandarizado de Emtrasur, el cual está establecido en 20.000 litros”, apuntaron en Comunicado emitido por la cancillería criolla.
Fuente: Últimas Noticias /