Consecomercio propone reactivar comisión presidencial para frenar el contrabando
El Consejo Nacional del Comercio y los Servicios (Consecomercio) denunció las profundas consecuencias que está dejando el contrabando de mercancías, ya que en los últimos cuatro años se ha detectado un incremento de productos importados de manera ilegal que están comercializándose con normalidad en Venezuela.
La situación ha escalado en los últimos meses hasta el punto de frenar el leve crecimiento que estaba reportando el sector del comercio formal, ante la presencia de comerciantes informales que ofrecen productos que violan toda normativa por precios más económicos.
De acuerdo con la presidenta de Consecomercio, Tiziana Polesel, esta tendencia afecta a todos los implicados. Por una parte, perjudica a la industria nacional que debe competir desigualmente con productos mucho más económicos, también daña al comercio ante el avance de la informalidad en ese sector y finalmente a los consumidores, que adquieren productos de dudosa procedencia sin siquiera saberlo.
«La mercancía que entra de manera iliícita es comercializada por la informalidad. Esto impide que se hagan reclamos o se verifique la procedencia de la mercancía, lo que puede tener consecuencias graves para el consumidor, quien es el más desasistido en este proceso», afirmó en una rueda de prensa.
El Consejo Nacional del Comercio y los Servicios (Consecomercio) denunció las profundas consecuencias que está dejando el contrabando de mercancías, ya que en los últimos cuatro años se ha detectado un incremento de productos importados de manera ilegal que están comercializándose con normalidad en Venezuela.
La situación ha escalado en los últimos meses hasta el punto de frenar el leve crecimiento que estaba reportando el sector del comercio formal, ante la presencia de comerciantes informales que ofrecen productos que violan toda normativa por precios más económicos.
De acuerdo con la presidenta de Consecomercio, Tiziana Polesel, esta tendencia afecta a todos los implicados. Por una parte, perjudica a la industria nacional que debe competir desigualmente con productos mucho más económicos, también daña al comercio ante el avance de la informalidad en ese sector y finalmente a los consumidores, que adquieren productos de dudosa procedencia sin siquiera saberlo.
«La mercancía que entra de manera iliícita es comercializada por la informalidad. Esto impide que se hagan reclamos o se verifique la procedencia de la mercancía, lo que puede tener consecuencias graves para el consumidor, quien es el más desasistido en este proceso», afirmó en una rueda de prensa.
Polesel advirtió que hay sectores específicos en los que el contrabando podría atentar contra la salud y la vida de los consumidores, pues detectan contrabando de autopartes, medicamentos y alimentos; productos con los cuales es importante cumplir un mínimo estándar de calidad.
Los productos que llegan al país a través del contrabando no pasan por ningún tipo de control aduanero. No pagan impuestos, pero tampoco atraviesan controles de calidad. En algunos casos, a los productos alimenticios incluso les borran la fecha de vencimiento y los comercializan vencidos, lo que podría perjudicar la salud de los consumidores finales.
En este sentido, desde Consecomercio proponen reactivar la Comisión Presidencial de la Lucha Contra el Fraude Aduanero, una instancia gubernamental creada en 2001 para abordar problemas de contrabando comunes en la época, pero que por decisión gubernamental dejó de operar con el paso de los años.
Esta comisión reunía a autoridades fiscales y a representantes de Fedecámaras, Consecomercio y Conindustria. En este espacio, conversaban sobre problemas aduaneros y trabajaban en solucionar las irregularidades. Polesel solicita la recuperación de esta instancia de encuentro y articulación entre el sector público y privado.
«Solicitamos reactivar el funcionamiento de esta comisión para poder presentar cada uno de los casos que afectan al comercio formal y al consumidor. El tema del contrabando debe ser tratado en una comisión de alto nivel», insistió.
La representante gremial aclaró que ya existe un marco legal y normativo establecido, por lo que solo sería cuestión de retomar las actividades de la comisión. Esto se debe a que el decreto sigue vigente e incluso estipula el mecanismo de funcionamiento de la instancia.
De acuerdo con los reportes de las empresas afiliados a Consecomercio, el foco principal de atención al momento de investigar este problema debería centrarse en la zona fronteriza con Colombia, pues el contrabando ingresa desde la nación neogranadina aunque los productos no sean necesariamente colombianos.
«Muchas veces el ingreso es desde Colombia, pero no se trata de productos colombianos, sino de otros países. A veces ni siquiera ingresan con cajas ni identificación, por lo que rastrear su procedencia es prácticamente imposible», resaltó Polesel.
Pese a que el flujo principal de contrabando se radica en la frontera con Colombia, hay mercancía que ingresa incluso por los puertos del país, donde sí hay control aduanero. En este sentido, Consecomercio exige a las autoridades cumplir con sus funciones y aplicar los mecanismos necesarios para detener el contrabando.
Polesel advirtió que hay sectores específicos en los que el contrabando podría atentar contra la salud y la vida de los consumidores, pues detectan contrabando de autopartes, medicamentos y alimentos; productos con los cuales es importante cumplir un mínimo estándar de calidad.
Los productos que llegan al país a través del contrabando no pasan por ningún tipo de control aduanero. No pagan impuestos, pero tampoco atraviesan controles de calidad. En algunos casos, a los productos alimenticios incluso les borran la fecha de vencimiento y los comercializan vencidos, lo que podría perjudicar la salud de los consumidores finales.
En este sentido, desde Consecomercio proponen reactivar la Comisión Presidencial de la Lucha Contra el Fraude Aduanero, una instancia gubernamental creada en 2001 para abordar problemas de contrabando comunes en la época, pero que por decisión gubernamental dejó de operar con el paso de los años.
Esta comisión reunía a autoridades fiscales y a representantes de Fedecámaras, Consecomercio y Conindustria. En este espacio, conversaban sobre problemas aduaneros y trabajaban en solucionar las irregularidades. Polesel solicita la recuperación de esta instancia de encuentro y articulación entre el sector público y privado.
«Solicitamos reactivar el funcionamiento de esta comisión para poder presentar cada uno de los casos que afectan al comercio formal y al consumidor. El tema del contrabando debe ser tratado en una comisión de alto nivel», insistió
La representante gremial aclaró que ya existe un marco legal y normativo establecido, por lo que solo sería cuestión de retomar las actividades de la comisión. Esto se debe a que el decreto sigue vigente e incluso estipula el mecanismo de funcionamiento de la instancia.
De acuerdo con los reportes de las empresas afiliados a Consecomercio, el foco principal de atención al momento de investigar este problema debería centrarse en la zona fronteriza con Colombia, pues el contrabando ingresa desde la nación neogranadina aunque los productos no sean necesariamente colombianos.
«Muchas veces el ingreso es desde Colombia, pero no se trata de productos colombianos, sino de otros países. A veces ni siquiera ingresan con cajas ni identificación, por lo que rastrear su procedencia es prácticamente imposible», resaltó Polesel.
Pese a que el flujo principal de contrabando se radica en la frontera con Colombia, hay mercancía que ingresa incluso por los puertos del país, donde sí hay control aduanero. En este sentido, Consecomercio exige a las autoridades cumplir con sus funciones y aplicar los mecanismos necesarios para detener el contrabando.
FUENTE: TAL CUAL /